A pesar de
la falta de testimonios que lo puedan probar, se
considera que este convento tiene un origen muy antiguo,
posiblemente algún
eremitorio que incluso habría tenido
continuidad en una iglesia dedicada a San Pantaleón
donde también se reuniría una comunidad monástica, pero
todo ello acabaría a causa de la invasión sarracena. Más
adelante habría que situar la aparición milagrosa de la
imagen de la Virgen, encontrada por un pastor que
comunicó la noticia a los monjes del cercano
priorato de San Frutos, desde
aquel acontecimiento en este lugar se estableció un santuario
dedicado a Nuestra Señora de los Ángeles. El 1231 los
franciscanos se establecieron en el santuario, donde
edificarían un convento, gracias a la intervención del
obispo de Segovia y el visto bueno de los benedictinos,
que tenían derechos sobre dicho lugar. Los franciscanos
mantuvieron este convento hasta la desamortización de
1835, ahora el sitio se encuentra en ruinas y muy
aislado debido a la orografía del terreno y las aguas
del pantano de Burgomillodo, en el Duratón. |
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