El lugar
de Matallana fue adquirido el año 1181 por el rey
Alfonso VIII a la orden del Hospital y ese mismo año lo
cedió a Tello Pérez de Meneses y su esposa los cuales
fundaron un monasterio cisterciense. Esta donación se
formalizó el año 1185 y el rey Alfonso además de su
visto bueno, puso esta nueva casa bajo su protección.
Para llevar a cabo el establecimiento de la nueva casa
los fundadores la ofrecieron a los cistercienses de La
Crête (Alto Marne), a su vez fundada desde Morimond. |
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Matallana |
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Posiblemente los primeros ocupantes del monasterio
utilizaron alguna construcción anterior, de la época de
los hospitalarios o incluso anterior a la llegada de
éstos. Desde ese momento y hasta el siglo XIII se
construyó el nuevo monasterio con su iglesia (levantada
sobre la anterior) al tiempo que conseguían reunir un
importante patrimonio material, la prosperidad de la
casa podría estar relacionada con la veneración que
gozaba el cuerpo de su primer abad Robert, considerado
santo. El monasterio fue reformado y entró en la
Congregación de Castilla en el año 1515. Las obras de
construcción, reforma y mejora de las diferentes
dependencias se fueron sucediendo en el tiempo durante
muchos años. |
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Con la
guerra de la Independencia el lugar fue exclaustrado y
saqueado, la comunidad pudo regresar en 1814. Después
sufrió una nueva exclaustración temporal durante el
Trienio Liberal y la definitiva en 1835. Tras la
desamortización el monasterio se fue deteriorando y cayó
en ruina, también durante el siglo XIX se fue perdiendo
su valioso mobiliario del que se tiene constancia por
las crónicas antiguas. Se han podido salvar algunos
sarcófagos procedentes de la iglesia y que ahora se
conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en
Barcelona. Desde 1975 es de propiedad pública y
últimamente se ha excavado. |
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