El castillo de Jully-les-Nonnains
Carte générale de la France
(Cassini de Thury, 1758-59)
Bibliothèque nationale de France

En los primeros años de creación y expansión cisterciense, alrededor de aquellas primeras casas donde se fueron reuniendo los fundadores de la orden (Molesme, Cîteaux...) llegaron también las mujeres de sus familias, pero no tenían cabida dentro de los monasterios, estrictamente reservados a los hombres. Ocurría que cuando un hombre ingresaba en un monasterio, podían venir acompañados de sus esposas, hermanas y otros familiares. Para dar salida a esta situación se hizo uso de un lugar relacionado con el monasterio de Molesme, el castillo de Jully (Yonne), propiedad del conde de Bar.

El lugar se adaptó mínimamente para acoger aquellas mujeres formado lo que llegaría a ser un priorato femenino dependiendo de Molesme, inicialmente con muchas limitaciones en cuanto a su funcionamiento en comparación con lo que sería una abadía, sobre todo por la carencia de una regla específica y la limitación financiera. La fundación recibió el visto bueno del obispo de Langres (1118) y del papa Eugenio III el 1145. La primera priora de la casa fue Elisabeth, cuñada de Bernardo de Claraval, que ocupó el cargo entre el 1116 y c1130, la sucedió una hermana de Bernardo. Desde este lugar saldría la primera comunidad fundadora de la abadía de Tart (Côte d'Or). En el siglo XV ya no tenía comunidad.