La iglesia y antigua colegiata de Nossa Señora da Oliveira de Guimarães tiene su origen en un monasterio del que se tiene noticia de su existencia a partir del 949. Habría sido fundado por Mumadona Dias, esposa de Hermenegildo Gonçalves, condes de Portugal (924-950). Ramiro II de León dotó económicamente esta casa, que era doble, es decir con una comunidad de monjes y una de monjas, donde se retiró la fundadora cuando el 950 quedó viuda y donde murió en el año 968. Este monasterio estaba dedicado al Salvador, a Santa María, y a los Apóstoles. El año 1089 el monasterio dejó de ser dúplice.

El lugar ya había perdido su condición monástica el 1110, fecha en que se encuentra mencionado un canónigo. Se dice que la colegiata la habría fundado el primer rey de Portugal, Alfonso I, tras la batalla de Ourique (1139). También cabe mencionar la posibilidad de que la fundación fuera obra de su padre, Enrique de Borgoña (1066-1112), conde de Potugal. A partir de aquí el lugar fue favorecido por los monarcas portugueses que lo beneficiaron con importantes donaciones convirtiéndose también un centro de poder. Se trataría de una colegiata secular donde se veneraba la Virgen de Oliveira, la victoria de Juan I en la batalla de Aljubarrota (1385) después de haberse encomendado a ella incrementó más la devoción popular a la Virgen, al tiempo que hizo crecer las aportaciones reales a la casa, lo que permitió su reconstrucción. La colegiata fue extinguida en 1869, aunque después se recuperó hasta su desaparición definitiva, en 1911.