Monasterio del Hospital de Beaulieu

Inicialmente, el establecimiento estaba a cargo de una comunidad doble, formada por hombres y mujeres, cuyo gobierno estaba a cargo de una priora (la primera de las cuales fue Douce de Thémines, hija de los fundadores) mientras que los monjes cuidaban la asistencia espiritual, administración de sacramentos y los asuntos de carácter económico. La dotación inicial y las gestiones posteriores hicieron de él un establecimiento próspero, que posiblemente era seguidor de la regla de San Agustín. Pero en 1259, seguramente después de la muerte de Douce, los fundadores entregaron el centro a la orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, conservando su dirección mientras vivieran.

La casa continuó su existencia, con diferentes episodios adversos, como las guerras de Cien Años y de Religión, además de reformas, hasta su supresión a causa de la Revolución. El lugar fue vendido, saqueado, incendiado y derribado para aprovechar la piedra para otras construcciones, ahora sólo queda la sala capitular, que se ha restaurado en los últimos tiempos. Santa Fleur († 1347) fue monja de esta casa, conocida por sus milagros y, a su muerte, objeto de devoción y atracción por los devotos. También cabe mencionar a Galiote de Sainte Anne (1588-1618) que intervino en la reforma de las costumbres de esta casa, donde murió y fue enterrada, aunque la destrucción del monasterio comportó el traslado de su sepulcro a otro lugar.