Esteban de Thiers (también conocido como Esteban de Muret o de Grandmont) era hijo del vizconde de Thiers, nació en esa ciudad en 1046. Con doce años de edad viajó a Italia, pero a causa de una enfermedad se vio obligado a quedarse en aquellas tierras bajo la tutela del obispo de Benevento que se encargó durante doce años de su educación y le permitió conocer las experiencias de tipo eremítico que se llevaban a cabo en aquel lugar. Después de una corta estancia en la Auvernia, volvió a Italia con la voluntad de quedarse, pero finalmente se quedó en Roma hasta que regresó a su tierra. El 1076 se retiró para practicar el eremitismo en un lugar apartado, en Muret, cerca de Limoges.
 

Después de un periodo de vida solitaria comenzó a ser conocido por los escasos habitantes de la zona y finalmente se le añadieron otros eremitas llegando a formar una comunidad de tipo cenobítico. Se le atribuye una amplia serie de episodios milagrosos. Murió en Muret el 1124 y posteriormente sus restos fueron trasladados a Grandmont, muy cerca. A partir de ese establecimiento se fundaron otros centros eremíticos en los alrededores, lo que más adelante daría paso a la creación de la orden de Grandmont de acuerdo con las corrientes de la época que buscaban un retorno a las prácticas cenobíticas más estrictas. Esteban de Grandmont fue canonizado 1189.

Restos de la abadía de Grandmont