Abadía de Notre-Dame de Bonnecombe

A pesar del apoyo que fue recibiendo en los años siguientes, fue una casa de modestas dimensiones, su situación empeoró en el transcurso de la primera mitad del siglo XIII, con episodios de falta de regularidad e insubordinación, que obligó a la intervención de las autoridades eclesiásticas. Esta situación se mantuvo hasta mediados del siglo XIV, época en la que sufrió los efectos de la guerra de los Cien Años. A partir de 1470 adoptó el régimen de encomienda, que aún empobreció más al monasterio y no mejoró la situación. Sin embargo, se mantuvo hasta la Revolución, momento en que tenía una docena de monjes que abandonaron la casa en 1792, en poco tiempo se convirtió en una cantera y quedó muy dañado. No fue hasta 1876 cuando se recuperó con monjes trapenses, con actividad hasta 1965.