Convento de Sant Ramon de Portell
Sant Nicolau de Portell / Santuario de Sant Ramon
(Sant Ramon, Segarra)
Según la tradición, el convento de San Ramon de Portell habría sido fundado hacia el año 1245 en la antigua iglesia de Sant Nicolau de Portell, por iniciativa de san Pedro Nolasco, fundador de la orden mercedaria. Sin embargo, no es hasta mediados del siglo XV cuando se encuentran las primeras referencias documentales sobre su existencia. A partir de comienzos del siglo XVI, se conoce bajo la advocación de Sant Ramon, al conservarse allí los restos del santo titular, hecho que favoreció su consolidación como destacado centro de devoción popular.
El convento fue ampliado entre los siglos XVI y XVII, con referencias a los años 1597 y 1625. Posteriormente, en 1675 y por iniciativa de Pedro Salazar, se inició la construcción del gran edificio actual, momento en el que se independizó del convento de la Mercè de Barcelona, del cual había dependido hasta entonces. Tras ser saqueado durante la guerra de la Independencia, la comunidad mercedaria abandonó el convento en 1835, pero fue restituida en 1897, y todavía hoy mantiene su presencia. La iglesia cumple también funciones de parroquia del pueblo de Sant Ramon de Portell.
La fachada presenta una portada barroca, iniciada en 1674 y finalizada en 1722. Entre las columnas salomónicas laterales se hallan unos nichos que antiguamente contenían las imágenes de san Pedro Nolasco y de Nuestra Señora de los Socorros, perdidas en 1936. Se ha conservado, sin embargo, la imagen de san Ramón, situada sobre la puerta. La iglesia es un notable ejemplo de arquitectura barroca, de grandes dimensiones. El magnífico retablo mayor, obra de Pedro Costa, también de estilo barroco, fue destruido en 1936. Tras el presbiterio, un pasillo conduce al antiguo camarín (1774), donde se conservaron los restos del santo hasta 1936. Actualmente, las reliquias que se conservan reposan en el nuevo camarín, junto al crucero derecho.

La portada barroca completa
Fotografía de Gaietà Barraquer del 1904,
publicada en Las casas de religiosos...
El claustro, también de grandes dimensiones, empezó a construirse a inicios del siglo XIX, con la fecha de 1802 inscrita, aunque en 1835 aún constaba como inacabado. El convento disponía de una valiosa biblioteca, casi completamente desaparecida. Según Barraquer, en 1835, a raíz de la desamortización, los libros fueron trasladados: “...fué extraída de su lugar y llevada á Cervera, llenó algunos carros; de los que por el camino no dejaron de caer volúmenes”. Algunos cantorales se recuperaron en 1940 y todavía se conservan.
La figura de Ramón Nonato está íntimamente vinculada a este convento mercedario. Según la tradición, habría nacido en el Portell a finales del siglo XII. La leyenda relata que fue el vizconde Ramon Folc I de Cardona quien, con su espada, abrió el vientre de su madre —ya fallecida— para extraer al niño. De este hecho derivaría el nombre de “Nonato” con el que es conocido. Ramón habría muerto en Cardona, y la tradición sostiene que, para determinar dónde debía ser enterrado, su cuerpo fue colocado sobre un asno ciego, que se dirigió directamente a la capilla de Sant Nicolau de Portell, donde el animal cayó muerto. No hubo duda.
Otra versión de la tradición indica que habría nacido en el año 1300 y que ingresó en la orden mercedaria, donde es particularmente venerado. Tras su muerte, ocurrida en 1345, su culto se consolidó en Sant Nicolau de Portell, donde fue sepultado, y posteriormente se difundió por otras tierras. No obstante, algunos estudiosos consideran que podría no haber sido un personaje histórico real. Su culto no fue oficializado hasta el año 1628.
- BARRAQUER Y ROVIRALTA, Cayetano (1906). Las casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo XIX. Vol. 1. Barcelona: Imp. Fco. J. Altés
- MILLÁN, Joaquín (2020). San Ramón y su santuario. Manifestación del poder de Dios. San Ramón: I. P. Gazulla