Este
monasterio fue fundado a iniciativa de la noble Teresa
Gil, que en su testamento de 1307 dispuso que se
levantara esta casa donde debía ser enterrada a su
muerte, ocurrida el mismo año. En 1314 el rey Alfonso XI
otorgó la correspondiente licencia y dos años después se
puso la primera piedra del monasterio, que se dedicó
inicialmente a San Salvador, según la voluntad de la
fundadora, pero en 1316 se menciona con el nombre de
Sancti Spiritus. Hacia 1402 llegó Beatriz de Portugal,
viuda de Juan I de Castilla, que se retiró en este
monasterio donde vivió hasta su muerte en 1442 y fue
enterrada. También en el siglo XV llegó la priora Leonor
de Castilla, de familia noble, procedente del convento
de Sancti Spiritus de Benavente. Se convirtió en una
casa de importancia lo que le permitió disfrutar de la
protección de diferentes monarcas, además de acoger a
hijas de la nobleza. Mantuvo su actividad hasta 1868,
cuando quedó abandonado y sin comunidad. El 1871
regresaron las dominicas, que aún mantienen aquí su
actividad . |