Convento de San Francisco de Pastrana

En 1539, la villa pasó a manos de Ana de la Cerda y después a Ruy Gómez de Silva, duque de Pastrana, esta casa ducal intervino en la construcción de nuevos edificios en la población, este convento, también se benefició de la situación y recibió donaciones a su favor. Con el tiempo se convirtió en una relevante casa de estudios. El convento, levantado en la segunda mitad del siglo XV, se modificó y ornamentó gracias a la casa ducal de Pastrana a mediados del siglo XVI, después, en los siglos XVII y XVIII, se modificó profundamente. La vida conventual terminó con la desamortización y el conjunto de construcciones se destinaron a finalidades diversas, prisión, hospital, cuartel y escuelas, en 1838, la iglesia recuperó temporalmente el culto. Se han iniciado importantes trabajos de restauración.