Hay una
tradición que sitúa en este lugar un monasterio dedicado
a san Pedro, fundado por el bretón san Romble (Romulus)
hacia la primera mitad del siglo V. Otro relato dice que
en el año 647 llegaron a este lugar las reliquias de san
Sátur, martirizado en Cartago el 203, y que fueron
depositadas en la iglesia de Saint-Pierre, que luego
sería conocida con el nombre de Saint-Satur. Aquella
primera casa monástica se habría perdido a raíz de las
invasiones normandas. El lugar sería restaurado el año
1034 a instancias de la noble Mathilde y con la
intervención del arzobispo de Bourges, Aymon de Bourbon
(1030-1070). En ese momento se creó también un capítulo
de canónigos dependiente del de la catedral de
Saint-Étienne de Bourges. Se considera que esa casa
adoptó la Regla de San Agustín gracias a la intervención
del papa Inocencio II (1131). Poco después, en 1143, la
canónica de Saint-Satur fue asaltada resultado muy
dañada, el mismo papa Inocencio II excomulgó a los
autores. |
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En 1234 la
casa fue visitada por el rey San Luis de Francia (1226-1270) y el
año 1306 también llegó el papa Clemente V. La prosperidad inicial de
la abadía se vio muy afectada durante la segunda mitad del siglo
XIV, la iglesia comenzada mucho antes todavía estaba inacabada. En
1420 la ciudad de Saint-Satur y la misma abadía fueron ocupadas por
los ingleses, saqueando las dependencias monásticas con el resultado
del abandono del lugar por la comunidad, hasta el 1454. Desde el
1523 la casa estuvo gobernada con el régimen de encomienda, esto y
las guerras de Religión (1567) afectaron la canónica que no se llegó
a recuperar completamente y debido a su situación, fue suprimida en
1755, lo que se terminó haciendo realidad en 1775. La iglesia, aún
inacabada tomó funciones parroquiales, hasta ahora. |
La abadía de Saint-Satur |