Convento de Sant Domènec de Manresa

La construcción del convento comenzó en 1321 mientras se acondicionaban unas dependencias provisionales. La construcción de la iglesia duró mucho tiempo y no se pudo inaugurar hasta 1438 aunque la obra todavía no había terminado. La iglesia contaba con una serie de capillas laterales, entre las que debía destacar la de la cofradía de Sant Pere Màrtir, advocación que finalmente pasó al presbiterio y a la misma iglesia. En 1345 y 1418 se celebraron en este convento los Capítulos Provinciales de la orden.

Con el siglo XIX llegaron los infortunios propios de la época y que afectaron particularmente a las casas de religiosos, entre los años 1821 y 1923 los dominicos fueron exclaustrados temporalmente y en 1835 de forma definitiva. Con la nueva situación, el convento tuvo usos diversos: primero se convirtió en cuartel y hospital militar, mientras que la iglesia mantenía el culto; a partir de 1849 el convento fue utilizado también como escuela y en 1876 se construyó el Teatro Conservatorio sobre las dependencias conventuales, que todavía se conserva, con modificaciones. En 1877 la iglesia tomó la condición de parroquia, bajo la advocación de Sant Pere Màrtir, este templo fue derribado en 1936 y ahora su lugar está ocupado por una plaza.