Este convento de carmelitas
descalzos fue fundado en Mataró gracias al empuje de mosén Joan
Palau quien comenzó las gestiones pertinentes en 1585 y logró la
llegada de los religiosos en 1588. Provisionalmente se acogieron
en la capilla de Santa María Magdalena, mientras se construía el
nuevo convento en la actual calle de Sant Josep, en unos
terrenos que habían adquirido el año anterior. En 1589
obtuvieron la licencia para su traslado a esta nueva casa,
aunque su construcción aún se alargó hasta el 1603. A finales
del siglo XVIII se llevaron a cabo importantes obras de mejora
de la casa, lo que le dio el aspecto actual. Los descalzos
estuvieron en ese lugar hasta 1835, cuando el convento fue
exclaustrado y posteriormente destinado a escuelas y parroquia.
Fue restaurado en 1997. |

Convento de Sant Josep |