San Magín, eremita

San Magín (Magnus, o Maginus) fue un eremita que vivió en el siglo III en La Brufaganya (Conca de Barberà, Tarragona). Tradicionalmente se considera que Magín se retiró a practicar el eremitismo en una cueva donde vivió muchos años hasta que sufrió las llamadas persecuciones de Daciano que lo convirtieron en mártir. Se le atribuyen también algunos milagros como el de la curación de la hija del pretor Daciano y especialmente el de haber hecho brotar agua con su bastón para que los soldados que lo llevaban preso, sedientos, pudieran beber.

Relacionado con:

• Santuario y convento de Sant Magí de Brufaganya