El 912,
García I de León, hijo de Alfonso III el Magno, hizo
donación de varias iglesias a este monasterio en apoyo a
la comunidad aquí establecida; le siguieron otras
donaciones efectuadas en los años siguientes. Esto
indica que ya existía y se considera que era muy
antiguo. En aquel momento el rey debía reedificar o
restaurar el antiguo cenobio anterior, inicialmente
dedicado a Santa Eulalia y San Vicente. |
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Ruinas del
monasterio |

San Pedro de
Eslonza |
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En 918
Ordoño II le hizo donación de más bienes, pero el 988
fue destruido por una razia de Almanzor. Entre esta
última fecha y 1099 continuó su existencia, pero de
manera muy precaria.
El 1099
fue restaurado por la infanta Urraca (hija de Fernando I
de León) que le dio el monasterio de San Juan de León
(intramuros de la ciudad), el de San Adriano de Baños y
el de San Juan de Verbio, en Asturias. Además de otros
bienes y varios libros. Seguidamente se benefició de más
donaciones y privilegios, por los que gozaba de
jurisdicción civil y criminal. Además de los monasterios
mencionados le pertenecían Santa María de Algadefe (dado
por Alfonso VI), San Miguel de Bercedo (Asturias) y
Santa María de Villafáfila (dado por Alfonso VII). |

San Pedro de
Eslonza |
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El
monasterio llegó en el siglo XVI en un estado de
profunda decadencia, las construcciones se encontraban
en peligro de ruina e incluso el régimen interno de la
comunidad se había relajado. Debido a esto se optó por
ponerlo bajo la autoridad de la Congregación de San
Benito de Valladolid y en este sentido el papa Julio II
emitió una bula (en 1512) que el monasterio no aceptó y
no fue acatada hasta que el año siguiente el papa León X
emitió una segunda bula. |

San Pedro de
Eslonza |
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A mediados
del siglo XVI, el estado de decadencia era tan acusada que se optó por
su traslado al Colegio de San Vicente de Salamanca, lo que generó una
ferviente oposición por parte de la comunidad y los habitantes de los
alrededores. El monarca Felipe II protegió el monasterio, lo que detuvo
el traslado.
En esta
época, bajo la abadía de Diego de Lucio (1544-1553), comenzaron las
obras de una nueva iglesia y claustro. A finales de siglo se acabaron
las obras de este último. A partir del 1551 el establecimiento monástico
pasó a ser un colegio y casa de estudios para religiosos, lo que dio
cierto impulso a su precaria situación.
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La portada del
monasterio, ahora en la iglesia de Renueva (León) |

El monasterio
antes de la retirada de los elementos arquitectónicos |
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