Cuenta la tradición que san Martín envió a su discípulo Macario a estas tierras para evangelizarlas, cuando murió sus compañeros lo enterraron en una capilla dedicada a Saint-Laureny, en el lugar de Ligena, lugar de que después tomaría el nombre de Saint-Macaire en memoria del personaje. Parece que la devoción que despertaron las reliquias del santo motivó que en 1027 se trasladaran a Burdeos a pesar de la oposición de Saint-Macaire, quizás ya en calidad de priorato. La tradición, mal documentada, menciona que el duque Guillermo de Aquitania entregó la villa de Saint-Macaire a la abadía de Sainte-Croix de Burdeos, otras versiones indican que dio el priorato de Saint-Macaire y sus bienes. Lo cierto es que los litigios entre los dos lugares se prolongaron en el tiempo, en 1170 las relaciones ya se habían normalizado.

Priorato de Saint-Macaire
Fachada norte con el campanario (s XV)

Priorato de Saint-Macaire
Portal occidental

Por otro lado y según indica una inscripción, en 1040 se consagró la iglesia del priorato, seguramente ya dedicada a Saint-Sauveur. Aquel edificio fue reemplazado el siglo XII por la iglesia actual después de que el 1096 quedó en ruina a causa de un ataque del duque de Aquitania. La ciudad de Saint-Macaire, el priorato y la iglesia (prioral y parroquial) de Saint-Sauveur sufrieron los efectos de los diferentes enfrentamientos bélicos que afectaron a la región, en 1224, en 1446 y en el siglo XVI, durante las guerras de Religión. En 1579 el priorato pasó a manos de los jesuitas que mantuvieron la actividad parroquial. En 1583 la misma iglesia se encontraba en estado de ruina. Su abandono y la Revolución terminaron de afectar el lugar. Ahora se conserva la iglesia restaurada de nave única, básicamente de época románica. Conserva la decoración mural en las bóvedas del presbiterio, aunque muy restaurada.

Priorato de Saint-Macaire
Portal occidental