Abadia cisterciense
Poco
después de su fundación, el 1144, Valmagne pasó a gobernarse según
la regla cisterciense, que en aquella época estaba en pleno
desarrollo. La comunidad pidió al papa desligarse de Cadouin y
Ardorel, lo que obtuvo el 1145, poniendo entonces a la abadía bajo
la dirección de Bonnevaux (Isère) y provocando la confrontación con
los Trencavel que se opusieron sin éxito, el 1159 el papa Adriano IV
confirmó la afiliación al Císter.
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Nave central |

El presbiterio |

Bóveda absidial |
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Esplendor
Con el
Cister, la abadía conoció una época de esplendor, con abundantes
donaciones que hicieron que la riqueza de la comunidad fuera
considerable, manteniendo una serie de granjas a su servicio
diseminadas por la región, sin olvidar las buenas relaciones con la
nobleza. El 1245 la cercana abadía de
Vignogoul pasó a depender de aquí.
Resultado de esta pujanza fue la decisión de edificar una nueva
iglesia, que debería sustituir (aunque sólo tenía cien años) el
antiguo edificio románico por una nueva construcción gótica, una
iglesia de dimensiones considerables (53 m de longitud y 23 m de
altura). En el siglo XIV comenzó la construcción del claustro
gótico, conservando elementos del anterior, románico. |

Deambulatorio |

Bóvedas del
deambulatorio |
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Decadència
El inicio
de la decadencia viene dado por la epidemia de Peste Negra que
devastó esta región (1348), algunos monjes murieron y otros huyeron
de la abadía. También le afectó la guerra de los Cien Años y el ir y
venir de los mercenarios. Poco a poco se fueron vendiendo las
propiedades para hacer frente a los gastos.
A partir del 1477 la comunidad pasó a estar dirigida por abades
comendatarios. Con la voluntad de mejorar la dirección, los abades
eran nombrados desde fuera, en lugar de elegirlos la misma comunidad
entre sus miembros. Esto solía conducir a una relajación de la vida
religiosa por un lado y al desinterés del abad por la misma abadía
por el otro. A mediados del siglo XVI el propio abad se hace
protestante y ataca Valmagna. El resultado de todo esto es que a
partir de 1575 se encuentra una abadía abandonada y en proceso de
ruina. |

Campanario desde el lavabo |

Galería del claustro
con la sala
capitular |
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Renovación y clausura
A partir del
siglo XVII se hicieron trabajos de mantenimiento, muchas partes de
la iglesia debieron ser muradas para evitar su caída y se restauró
el claustro. A finales de este siglo se hacen obras importantes,
pero la abadía quedó endeudada y sin medios económicos para hacer
frente a los pagos. A finales del siglo XVIII la comunidad era muy
reducida y en 1790 los tres últimos monjes lo abandonaron llevándose
los pocos objetos de valor que aún quedaban. El abandono permitió
que los restos del mobiliario y archivo fueran incendiados. Pasó a
propiedad pública y se procedió a la venta de los bienes.
En 1791 fue adquirido por un particular que se dedicó la elaboración
de vino. La misma iglesia servía de bodega y construyó unas grandes
barricas empotradas en las capillas laterales, tanto en la nave como
el ábside. En 1838 cambió de propietario y actualmente aún sigue en
manos de la misma familia que se dedica a la viticultura. Se están
llevando a cabo trabajos de conservación y restauración. |

Sala capitular |

Sala capitular |
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La iglesia
La iglesia es un ejemplar gótico de grandes dimensiones. De tres
naves, con crucero y presbiterio rodeado por una girola, con siete
capillas radiales. Cabe decir que el edificio se levantó con piedra
local de poca calidad y ahora se encuentra en muy mal estado. Es por
ello que muchas de sus aberturas, ventanales e incluso espacios
entre las columnas de la nave se encuentran muradas para asegurar la
estabilidad. Incluso ha caído alguno de los contrafuertes. La
fachada principal está precedida por un nártex entre dos poderosas
torres de defensa. En el interior sorprende la serie de barricas de
vino de grandes dimensiones que ocupan las capillas laterales.
Tratándose de una construcción cisterciense, la decoración está
reducida al mínimo: las claves de bóveda y elementos vegetales en
los pilares (de sección elíptica), a modo de capitel. |

Capiteles de la portada de la sala
capitular |

Templete del lavabo |
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El
claustro
El ala de levante del claustro es la más antigua. Se trata de un
patio de grandes dimensiones cerrado por cinco grandes arcos
apuntados en cada lado, separados por contrafuertes. Cada uno de
estos arcos presenta una serie de arcos (unos de medio punto y otros
apuntados) sobre columnas y, encima, un grueso óculo.
El ala sur del claustro está centrada por el lavabo, de planta
octogonal, con una serie de tres arcos en cada lado. En medio está
la fuente y todo el conjunto está cubierto por unos nervios de
piedra que soportan una parra que le da sombra en verano. |

Templete del lavabo |

Fuente del lavabo |
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Sala
capitular
Conforma la parte
más antigua de la abadía. Se accede por un portal flanqueado por
unos ventanales de doble anchura, todo soportado por columnas y
capiteles de diferentes tipos. Es una nave única, sin pilares que
soporten la bóveda. En el muro del fondo se abre un ventanal triple.
Otras dependencias
Hay otros elementos de menor entidad, entre los cuales la sala de
los monjes, refectorios, bodegas, dormitorio en el piso superior y
el edificio que se levantó en el siglo XVII. |

Abadía de Valmagne |

Dependencias renovadas |
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