Este
convento franciscano fue el segundo de esta orden
fundado en la isla, fue el papa Juan XXII quien en 1325
autorizó a los
franciscanos de Barcelona a establecer esta casa en
Inca, la iglesia de la cual se levantó en ese mismo
siglo en parte gracias a un legado testamentario de
Gerard Llull. En 1494 el convento pasó a los
observantes. Se renovó con el paso del tiempo, a
mediados del siglo XVI constan obras importantes de
reparación. En 1652 la población de Inca se vio afectada
por un episodio de peste que también alcanzó el convento
donde sólo dejó 5 de los 17 frailes que residían.
Durante el siglo XVIII se rehizo el claustro y la
iglesia, terminada a principios del XIX. Con la
exclaustración (1835) terminó aquel primer periodo de
vida del convento, pasó a manos particulares hasta que
en 1909 regresó una comunidad de terciarios
franciscanos, que instauraron una escuela que aún se
mantiene. Durante la guerra Civil se perdió el archivo. |

Fachada de la
iglesia de Sant Francesc de Inca |

Franciscanos

Franciscanos
observantes
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