Priorato de Sainte-Croix de La Volte

Hizo levantar una primera iglesia y un monasterio, que se convirtieron en lugar de enterramiento de los miembros de su familia. Gracias a la dotación inicial y a otras donaciones recibidas posteriormente, el priorato se convirtió en un establecimiento poderoso que, además de iglesias, poseía otros prioratos más modestos como dependencias. A comienzos del siglo XV, la iglesia amenazaba ruina y, hacia mediados de ese siglo, fue reconstruida: es el edificio que todavía se conserva, de una sola nave y cabecera poligonal.

Con el abandono, se perdió buena parte del mobiliario y de los archivos. Se conservan la iglesia del siglo XV, las dependencias monásticas del XVIII y algunos vestigios de las primeras construcciones. Entre los bienes muebles, destacan un Cristo románico (s. XII) y una puerta de madera decorada, llamada Puerta de san Odilón, de la segunda mitad del siglo XI. Otras piezas se encuentran actualmente fuera del priorato, como un par de píxides (en el Museo del Louvre) y una arqueta esmaltada (en el Museo del Bargello de Florencia).