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						El origen de este monasterio benedictino es incierto y 
						rodeado de narraciones y leyendas diversas. La tradición 
						dice que fue san Tanguy quien estableció el primer 
						monasterio, en el siglo VI. Otros han supuesto que fue 
						fundado a raíz de la llegada de los restos de
						san 
						Mateo a mediados del siglo IX traídas desde Oriente, 
						después aquellas reliquias dejarían este lugar a causa 
						de las invasiones normandas para ir a Salerno (Campania) 
						donde actualmente aún se veneran, aún así la cabeza del 
						santo se conservaba en este lugar muchos años después. 
						Sea como sea, el monasterio primitivo se habría 
						levantado más a occidente en un lugar ahora ocupado por 
						el mar que poco a poco ha ido avanzando tierra adentro.  | 
						
            
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						En la Edad 
			Media el monasterio de Fine-Terre resultó beneficiado por los 
			vizcondes de Léon y después por los duques de Bretaña. La casa 
			sufrió en el siglo XIV los efectos de la guerra de los Cien Años 
			época que se convirtió en teatro de acontecimientos militares, con 
			asaltos y saqueos. Durante el siglo XVI pasó a estar gobernada por 
			abades comendatarios, en 1558 el lugar fue ocupado militarmente y el 
			monasterio quedó en ruina. En 1656 llegaron los mauristas, la 
			congregación de Saint-Maur se hizo cargo de Saint-Mathieu hasta la 
			Revolución, cuando el lugar pasó a manos particulares y 
			prácticamente todo el monasterio excepto la iglesia se perdió. A 
			causa de su situación, en el monasterio ha existido un faro desde 
			época antigua, hay noticias de un punto de señalización situado en 
			el campanario desde el 1693, pero existía desde mucho antes. En 1835 
			entró en servicio el faro actual, que se levanta entre las ruinas 
			del monasterio.  | 
						
             
            
            
              
            Saint-Mathieu de Fine-Terre 
			(c1840-1850) 
			Detalle de un dibujo de Eugène Cicéri 
			Bibliothèque nationale de France  |