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Conflent |
Codalet / Codalet |
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Origen
El monasterio de Sant Miquel de Cuixà tiene su origen en otro
establecimiento cercano conocido como Sant Andreu d'Eixalada,
fundado en 840 y hoy desaparecido. Cerca de aquel centro monástico
se reunieron en Cuixà un grupo de religiosos en torno a un tal
Protasi (843) utilizando una antigua iglesia dedicada a san Germán
de Auxerre. Las dos comunidades estaban relacionadas desde el año
864 y figuran mencionadas conjuntamente en los documentos. El 878,
Eixalada sufrió los efectos de una riada del Tet que se llevó el
monasterio y algunos de sus monjes aguas abajo. |
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Fundación
Aquella desgracia hizo que se tomara la decisión de no reconstruir
el monasterio y trasladarse a Cuixà. En junio de 879 se fundó el
monasterio de Sant Germà de Cuixà, con el mismo Protasi al frente.
El establecimiento fue puesto bajo la protección del conde Miró I de
Conflent.
Después
de una época sin noticias del cenobio, el 938 se menciona el lugar
como Sant Miquel y Sant Germà de Cuixà. En la época del conde
Sunifred II de Cerdanya la abadía entró en una época de expansión,
el mismo conde obtuvo del papa Agapito II (946-955) una confirmación
de bienes, además del privilegio de exención, es decir que no
dependía de ninguna sede episcopal, cosa nada frecuente en aquella
época. Asimismo también impulsó la construcción de una nueva iglesia,
consagrada en 953. |

Interior de la iglesia
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Esplendor
Inmediatamente
se procedió a la construcción de una nueva iglesia (956-974), más
grande que la anterior. En aquella época el monasterio estaba
gobernado por el abad Garí, personaje influyente que dirigió también
las abadías de Sant Hilari de Carcassona,
Santa Maria de Alet y Sant
Pere de Lesat. El dux veneciano Pere Orseolo se refugió en Cuixà
ayudado por Garí, donde murió en 988, fue considerado santo y se
conserva aún su tumba primitiva en el claustro. |

El
claustro |

El
muro de separación de la nave lateral |
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Puerta entre la iglesia y el claustro, con restos de la tribuna |
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El abad
Oliba
En
aquella época Cuixà era un monasterio muy poderoso y sus posesiones
eran importantes. Oliba, hijo del conde Oliba Cabreta, heredó los
condados de Berga y Ripoll, pero el 1002 ingresó como monje de
Ripoll dejando los asuntos condales a sus hermanos. En 1008 fue
elegido abad de Ripoll y Cuixà, más adelante se convirtió en obispo
de Vic. Oliba impulsó más obras de construcción en Cuixà, además de
intervenir en muchos otros asuntos de la misma comunidad y de los
muchos otros lugares donde influyó. Murió en Cuixá en 1046. Esta
época de esplendor tuvo continuidad hasta finales del siglo XII. |

La iglesia de
la abadía, con el campanario |

El campanario |
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Decadencia
A finales del siglo XII la mala
administración del monasterio lo llevaron a su decadencia, fue
dirigido por abades de otras abadías y en los siglos XIV y XV
empiezan a encontrarse abades comendatarios. La iglesia sufrió
reformas estructurales de importancia. El último monje fue expulsado
en 1793. |

Cripta |
Venta
de las propiedades
La Revolución conllevó
su venta y con ello a la degradación arquitectónica. Uno de los dos
campanarios cayó en 1839 y por otra parte se perdió buena parte de
su decoración escultórica, una parte del claustro fue a Estados
Unidos y ahora se puede ver en The Cloisters de Nueva York. |
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Recuperación
La vida monástica se
recuperó en 1919, con la llegada de una comunidad
cisterciense.
Después vino la época del estudio y recuperación arquitectónica, en
buena parte gracias a la intervención de Puig i Cadafalch. A partir
de 1965 se estableció una nueva comunidad benedictina dependiente de
Montserrat. |

El transepto con el
pasillo posterior y una absidiola |
La iglesia
La
iglesia de Cuixà es la que se levantó entre los años 956 y 974, con
modificaciones posteriores. Es de grandes dimensiones, de tres naves
separadas por muros gruesos con aberturas con arcos sobrepasados.
Las naves laterales son más cortas. Este conjunto está rematado por
un crucero. A los lados del presbiterio (de planta cuadrada) había
unas aberturas que llevaban al exterior, seguidas por dos pares de
absidiolas, una de las cuales se ha perdido. El presbiterio fue
modificado en época gótica. |
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En época del abad Oliba se
hicieron importantes reformas iglesia. Se edificaron unos estrechos
pasillos a los lados del presbiterio, aprovechando las aberturas al
exterior, que se remataron con unos ábsides. Más adelante se unieron
con un paso transversal que ocupaba el espacio de una construcción
anterior a la que también se añadió un ábside, de modo que esta
iglesia pasó a tener un total de siete. |

Absidiola |
En el siglo XI se levantaron los
campanarios, unos de los más antiguos de este tipo y que más
adelante sirvieron de modelo para otros. Ocuparon los extremos del
transepto, cerrando los absidiolos exteriores. En época barroca se
añadió una capilla en el extremo oriental del edificio que hizo
desaparecer la absidiola central. |
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Criptas
Entre el
1030 y 1035 se construyeron varios cuerpos a poniente de la iglesia.
Por un lado la capilla del Pessebre, de planta circular, con un
ábside y un gran pilar central redondo. Esta capilla tiene otras a
los lados, dedicadas a los arcángeles Rafael y Gabriel. A levante, y
aún en el subsuelo, se encuentra una construcción transversal, de
tres naves desde donde se puede acceder al claustro. Sobre la
capilla del Pessebre y separada de la iglesia por un atrio se
encontraba la capilla de la Trinitat, de la que sólo se conserva su
base. |

El Pessebre |

El Pessebre |

Cripta |
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El claustro
El
claustro de Cuixà se rehizo con elementos diversos recuperados tras
la dispersión sufrida. Su disposición no es la original y más aún:
algunos de los capiteles no proceden del mismo claustro, pertenecían
a la tribuna del interior de la iglesia (desmontada en el siglo XVI)
y de la que se conservan otros elementos dispuestos en el portal que
comunica el claustro con la iglesia.
De las otras dependencias del monasterio queda muy poco. |

El claustro |
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Mobiliario |
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Mesa de altar
(siglo X). Es la de la iglesia consagrada en 974. Es una pieza de
mármol de Carrara, de origen romano. Tiene una serie de grafitos, entre
los que destaca el nombre de Oliba, quizás el mismo gran abad. |
En la Biblioteca Municipal de
Perpinyà se conserva la Evangeliario de Cuixà (primera mitad del siglo
XII), espléndidamente decorado. |
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Bibliografía:
-
Pere
Ponsich, Olivier Poisson, Géraldine Mallet. Catalunya Romànica. Vol.
VII. La Cerdanya, el Conflent. Enciclopèdia Catalana. Barcelona,
1995
-
André Bonnery. Abadia de Sant Miquel de Cuixà. MSM. Vic-en-Bigorre,
2005 |
Enlaza con:
Abadía de Sant Miquel de Cuixà
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Situación:
El monasterio de Cuixà
se encuentra en el término de Codalet, Conflent (departamento
francés de Pirineos Orientales, Languedoc Rosellón). Al sur de Prada |
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Situación
El monasterio de Cuixà
se encuentra en el término de Codalet, Conflent (departamento
francés de Pirineos Orientales, Languedoc Rosellón). Al sur de Prada |
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