Se trata de un importante monasterio femenino fundado desde San Víctor de Marsella sobre unas tierras entregadas el año 1011 a esta abadía. Estaba situado en el territorio de Brignoles, al este de Marsella, donde ya existía una iglesia dedicada a Sainte-Perpetúe. Se ha considerado que mucho antes, en el año 558, aquel lugar había sido ocupado por una primera comunidad seguidora de Juan Casiano, que más adelante se habría perdido. La primera comunidad procedente de San Víctor se habría establecido a mediados del siglo XI. Se trataría de un priorato masculino que años después acogería también una comunidad femenina, cada una de ellas bajo la autoridad de su prior.

El establecimiento monástico recibió protección de los condes de Provenza y de la Iglesia, el Papa Inocencio II (1136), Ramón Berenguer III de Provenza (1158), Alejandro III (1160) y Alfonso II (1167) confirmaron sus posesiones, que llegaron a ser muy importantes. A principios del siglo siguiente la comunidad masculina se trasladó a Marsella y el lugar quedó ocupado sólo por las monjas, pero con dependencia de un prior de San Víctor. A partir de ese momento la casa incrementó su poder y prosperidad. En 1225, la condesa Garsenda, viuda de Alfonso II de Provenza, profesó en este monasterio que ya con anterioridad había beneficiado ella misma y siguió beneficiado con bienes otorgados por su hijo, Ramón Berenguer V de ProvenzaRamón Berenguer V de Provenza (c1200-1245)

Conde de Provenza y de Forcalquier entre el 1209 y 1245. Casado con Beatriz de Saboya. Enterrado en la iglesia de los Hospitalarios de Aix-en-Provence. Garsenda murió en este lugar el 1242. Gracias a su situación económica, el priorato pudo soportar relativamente bien las inestabilidades de la época (siglos XIV a XVI) que comportaron abandonos temporales por parte de la comunidad.

El monasterio en restauración

También se produjeron varios episodios conflictivos relacionados con diferencias de autoridad entre la priora de La Celle y el prior de esta casa que residía en San Víctor y que reclamaba sus derechos mientras que la comunidad los defendía para ella. En el siglo XVII el monasterio pasaba por una época de decadencia además de sufrir unn notable relajación en las costumbres, todo acompañado de la oposición de la comunidad a su reforma. En 1658 se ordenó el traslado de la comunidad a la ciudad de Aix en Provence pero las monjas se opusieron. El traslado no se hizo efectivo hasta el 1661 y sólo en parte, las monjas que siguieron en La Celle no mantuvieron la comunidad, que desapareció definitivamente el 1692. El nuevo monasterio de Aix continuó hasta la Revolución. En cuanto a la casa de La Celle fue vendida en 1791, después la iglesia recuperó sus funciones y desde 1990 el lugar es de propiedad pública y se encuentra en proceso de restauración.

La coodesa Garsenda
Ilustración de Iconographie des sceaux el bulles, 1860