Este sería en su origen un monasterio de tipo familiar
la fundación y patrocinio del cual habrían estado
vinculados a algún linaje, posiblemente los Álvarez,
durante la segunda mitad del siglo XII. En el siglo
siguiente se menciona la comunidad femenina de
Villamayor ya consolidada. Sin tratarse de un monasterio
poderoso, parece que tuvo cierta influencia en el
territorio inmediato. Durante el siglo XIV hay
constancia de alguna actuación destinada a reconducir la
disciplina dentro del establecimiento, que se
encontraría en una situación de relajamiento, ello
conllevó incluso al cierre temporal del monasterio a
finales del siglo XIV y comienzos del XV. |
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En esa
misma época el monasterio de San Martín de Soto fue
fusionado con éste, aportando su importante patrimonio,
lo que dio un nuevo impulso a la casa. Un siglo más
tarde, a principios del XVI, desde la Congregación de
Valladolid se dieron pasos para aglutinar este
monasterio con el de San Pelayo de
Oviedo, hecho que se concretó en el año 1530. Todo
ello indujo a la oposición de la comunidad de
Villamayor, que recurrió sin éxito esa decisión. El
lugar de Villamayor quedó como priorato de San Pelayo
que administraba el lugar y sus rentas. Actualmente sólo
se conserva una parte de la iglesia románica del
monasterio, con el ábside y la portada. |
Santa María de Villamayor |