La canónica catedralicia de El Bugo de Osma nació
alrededor de la sede episcopal de esta ciudad, la
diócesis es conocida históricamente desde finales del
siglo VI, cuando el obispo Juan asistió a un concilio en
Toledo. Este obispado se mantuvo activo hasta que en el
año 711 la región fue ocupada por los sarracenos y esta
institución desapareció de la ciudad, aunque se
encuentran algunos obispos de Osma residentes en otros
lugares, como el obispo Eterio, personaje relacionado
con el Comentario al Apocalipsis de Beato de
Liébana, códice que ahora se conserva en la catedral de
el Burgo de Osma. |
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La restauración de la diócesis se llevó a cabo cuando
este territorio fue recuperado y su situación fue
estabilizada, esto no se materializó hasta el 1101
cuando Pedro de Bourges (San Pedro de Osma) ocupó la
sede episcopal. Este obispo puso la catedral bajo la
advocación de la Asunción y al mismo tiempo comenzó la
construcción de las dependencias que deberían ocupar los
miembros de una canónica seguidora de la Regla de San
Agustín, que también organizaba.
Santo Domingo (Domingo de Guzmán) fue canónigo de la
comunidad catedralicia, más adelante acompañaría el
obispo Diego de Osma en sus desplazamientos y cruzada
contra el catarismo. En el Languedoc fundarían el
monasterio
femenino de Prulla. En 1488 la comunidad canonical,
alegando problemas de salubridad, consiguió licencia
para relajar las costumbres en cuanto a la vida
comunitaria, un paso adelante en su secularización que
se lograría en 1536. |

Comentario
al Apocalipsis, El Burgo de Osma
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