Este
monasterio es, sin duda, uno de los más importantes de
La Rioja a pesar de que el conocimiento que se
tiene de sus estructuras, dependencias e incluso su
historia sea bastante limitado. El monasterio se habría
fundado en la época de la recuperación del territorio,
cuando se restauraron o levantaron de nuevo una larga
serie de cenobios. La fecha de su instauración ha sido
motivo de discusión debido a la falsificación del
documento considerado fundacional. Aún así, esta habría
que
situarla durante el reinado del Sancho Garcés I de
Pamplona (905-925), y seguramente durante este último
año. También se ha considerado que el monasterio pueda
tener antecedentes pre-islámicos, si tenemos en cuenta
la existencia de restos de una iglesia del
siglo VII en el lugar cercano de Las Tapias e incluso de
un posible
origen eremítico situado en las cuevas del
mismo monasterio. |
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Tampoco se puede asegurar que aquella primera comunidad
fuera benedictina, aunque se lo considera muy probable.
Sancho Garcés I y la reía Toda también dotaron
espléndidamente el monasterio con bienes que pudieran
garantizar su mantenimiento. El año 950 pasó a depender
de aquí la comunidad monástica de
San Prudencio de Monte Laturce, establecida poco
antes no lejos de aquí, a levante. El lugar se convirtió
en un centro importante y de gran envergadura y del que
se conoce su escritorio gracias al encargo de un
manuscrito efectuado por el obispo de Le Puy-en-Velay y
del códice conocido como Chronicon Albeldense. Entre los
años 1033 y 1092 el monasterio se convirtió en sede
episcopal, lo que favorecería que entre el 1167 y 1180
se convirtiera en una canónica seguidora de la Regla de
San Agustín. Poco a poco, con el desplazamiento de los
centros de poder, la canónica fue perdiendo importancia
y en 1435 fue unida a la colegiata de La Redonda de
Logroño. |

Albelda |
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Parece claro que el conjunto monástico estaría formado
por un asentamiento con las dependencias principales y
de servicios comunes a la comunidad alrededor del cual
se encontraban una serie de cuevas donde vivía una parte
de los monjes donde llevarían una vida de tipo
eremítico. Se piensa que el núcleo de edificios
monásticos estaría actualmente ocupado por el centro
histórico de Albelda de Iregua, concretamente en el
sector donde ahora está la iglesia. Aunque se han
encontrado restos de construcciones en el pueblo, éstas
no han podido identificarse con concreción. Lo contrario
ocurre con las cuevas o estructuras excavadas, luego
utilizadas como bodegas y que se las ha llamado
"columbarios". |
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