Tradicionalmente se le ha atribuido a Valvanera un
origen milagroso, aquellos hechos tuvieron lugar cuando
Nuño encontró una imagen de la Virgen y poco después se
reunió a su alrededor un grupo de eremitas que darían
paso a la comunidad monástica. Se sitúa esta historia a
finales del siglo XI y se conoce el nombre de su primer
abad, Sancho. Lo cierto es que los orígenes están poco
documentados y son bastante oscuros. A mediados del
siglo XI se encuentran donaciones de bienes a favor del
lugar y un siglo después de la considerada
tradicionalmente fundación, el 1092, el rey Alfonso VI
de León otorgaba a aquella iglesia privilegios
mencionando su estado de deterioro. |
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También se ha considerado que desde su comienzo, en
Valvanera se seguía la Regla de San Benito, desde el
1233 al 1524 perteneció a la Congregación Tarraconense y
a partir de esta última fecha a la de Valladolid. Pese a
ser un santuario de gran devoción, el monasterio a pesar
de la protección recibida por la realeza no se convirtió
en un centro importante, si lo comparamos con otros de
la zona, como San Millán de la Cogolla. En el siglo XIX
sufrió los trances de la época, con exclaustraciones
motivadas por la guerra de la Independencia (1809), el
Trienio Liberal (1820) y la desamortización de 1835. Se
restauró a partir de 1883 tanto en sus construcciones
como por el retorno de una comunidad benedictina. Se
considera que la imagen restaurada de la Virgen de
Valvanera que se venera en el santuario es románica, del
siglo XII. La iglesia actual es, básicamente, el
resultado de las construcciones levantadas en los siglos
XV y XVI. |

La iglesia |