Decadencia
En
el transcurso de los tiempos se había levantado un grandioso convento
ocupado por una comunidad que gozaba de una situación económicamente
envidiable. Pero entre los siglos XVI y XVIII la decadencia de la casa
aumentó. Muestra de ello es que el campanario, que había quedado
descabezado por un rayo en 1550 no pudo restaurarse nunca. Lo que si que
se hizo fue levantar en 1626 un pequeño claustro ante la fachada de la
iglesia.
Con la Revolución el convento fue desafectado y convertido en Museo
(1793), utilidad que aún mantiene. Durante el siglo XIX se llevaron a
cabo obras importantes en los edificios que modificaron profundamente su
fisonomía, en esta rehabilitación intervino, entre otros, el arquitecto
Viollet-Le-Duc. Durante el siglo XX se llevaron a cabo más obras de
restauración con el fin de convertirse en el importante centro que es
ahora, alojando entre sus muros el Museo de los Agustinos. |

Claustro pequeño |

Escalinata |