Cartuja de Santa Maria de Montalegre
Beate Marie de Montalegre / Muntalegre/ Montalacris / Monte Alacri
(Tiana, Maresme)
La fundación de la cartuja de Montalegre se llevó a cabo con el fin de facilitar un espacio más adecuado y que reuniera las condiciones necesarias para desarrollar la actividad de dos cartujas cercanas, la de Sant Pol del Maresme, fundada sobre un antiguo priorato benedictino en 1269 y la de Vallparadís de Terrassa, fundada en 1345. Hay que tener en cuenta las especiales características y necesidades de espacios de una cartuja, como las celdas independientes, aparte de la iglesia, refectorio y otras dependencias habituales en las casas monásticas de distintas órdenes.
El papa Benedicto XIII oficializó la implantación del nuevo establecimiento con una bula otorgada en 1415. Ese año, los primeros cartujos habrían pasado a ocupar de manera provisional las antiguas dependencias de monjas agustinas de Santa Maria de Montalegre, lugar que habían dejado el 1362 con motivo de su traslado a Barcelona y que los cartujos adquirieron en 1415 al Hospital de la Santa Creu que se había convertido en su propietario. Aquel establecimiento estaba situado en el lugar conocido como la Conreria y que más tarde pasó a ser el lugar desde donde se administraría la cartuja. En 1433, el papa Eugenio IV confirmó la fundación del nuevo establecimiento, donde se unificaban las comunidades de Vallparadís y de Sant Pol, que se añadió en 1434, una vez vendida la que había sido su casa.
La construcción de la cartuja, siguiendo los planos característicos de esta orden, se prolongó durante una cincuentena de años. Inicialmente, se debió construir el primer claustro grande y durante la segunda mitad del siglo XV se levantó la iglesia y las dependencias comunes a su lado, en torno al claustro pequeño (o Recordationis), al sur de la iglesia. Una vez terminada la obra, los monjes se trasladaron a ella desde la Conreria y pasaron a ocupar las celdas del nuevo monasterio. La Conreria se mantuvo como lugar de supervisión y administración de las tierras del monasterio y su explotación, además aquí se recogían los censos y diezmos que aportaban los campesinos que estaban obligados a ello.
Conn el transcurso del tiempo la nueva cartuja fue adquiriendo más importancia, su época de esplendor debe situarse entre los siglos XVII y XVIII, Montalegre adquirió los derechos jurisdiccionales y diezmos en algunos lugares de las comarcas del Maresme y Vallès, en este sentido cabe destacar la concesión por parte de Alfonso el Magnánimo del privilegio de jurisdicción civil y penal (1425). También cabe mencionar el de preferencia a la hora de la compra de pescado (desde Montgat hasta Arenys) y huevos (hasta siete leguas del monasterio). Aquel período de esplendor se interrumpió en el siglo XIX debido a las inestabilidades externas que afectaron especialmente a las casas de religiosos.
Primero quedó abandonado temporalmente a causa de la guerra de la Independencia, circunstancia que facilitó su saqueo. Después, entre 1820-24, durante el Trienio Liberal, los cartujos se vieron obligados a abandonar todo de nuevo. Más graves fueron los efectos de la desamortización de 1835 cuando la comunidad dejó la cartuja y el lugar cayó víctima de los incendios y saqueos, gran parte del archivo se trasladó a Barcelona y actualmente se conserva mucha documentación de esta casa en diferentes instituciones. Los cartujos volvieron a adquirir la propiedad de los terrenos y los edificios en 1867 y en 1901 llegó una nueva comunidad desde Francia, expulsada de su país. Ya en el siglo XX volvió a sufrir los efectos del abandono de la clausura, ahora a causa de la guerra Civil (1936-39). Actualmente, todavía es un monasterio cartujo que se mantiene activo.
Imagen de san Bruno, el fundador de la Cartuja
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