En 1125
hay un cambio en esta casa, cuando empieza a ser
conocida con la advocación de San Martín y Santo
Toribio, hasta que a partir del 1181 sólo como Santo
Toribio de Liébana. El 1183 el rey Alfonso VIII de
Castilla dio el monasterio y sus bienes al conde Gómez
que seguidamente lo entregaría a
San Salvador de Oña,
convirtiéndose en un priorato de aquel monasterio
burgalés. Durante el siglo XIII se reedificó, ya en
estilo gótico. Durante los siglos siguientes la casa
pasó una cierta decadencia pero menos acentuada que
otros monasterios del territorio, seguramente por la
presencia de la Vera Cruz, muy venerada. Mantuvo su
actividad hasta la exclaustración, en 1835. Después
volvió la vida conventual, a partir del 1961, con una
comunidad franciscana. |

Santo Toribio de Liébana
Imagen de Rubén Ojeda en Wikimedia Commons |

El Lignum Crucis de Santo
Toribio de Liébana
Imagen de Francisco J. Díez Martín en Wikimedia Commons |
El Beato de Liébana
Uno de los
personajes más conocidos en relación al monasterio de
San Martín de Turieno es Beato de Liébana, considerado
santo. Este personaje vivió durante el siglo VIII y fue
monje de este monasterio, donde a finales del siglo VIII
escribió el Comentario al Apocalipsis una obra
que se difundió ampliamente, muy conocida a partir de
sus copias, los "beatos" o "beatus". Algunas de estas
copias se ilustraron con miniaturas que las han hecho
singulares. Se conoce casi una treintena de beatos,
algunos bien conservados pero otros muy fragmentarios. |

Beat de Liébana
Representado en Diario Sagrado y kalendario general (1779) |

Comentari al Apocalipsis,
El Burgo de Osma
Imagen de Wikimedia Commons |