Orden del Carmen

En 1226 el papa Honorio III, apoyó aquella regla a pesar de que la Iglesia se esforzaba en reunir y unificar las iniciativas surgidas en aquella época y someterlas a las organizaciones monásticas ya existentes. Mientras, el clima de inseguridad era creciente en Tierra Santa y la situación de aquellas comunidades era cada vez más precaria, en 1244 Jerusalén fue conquistada definitivamente por el islam. La necesidad de desplazarse a Europa y regresar a los lugares de origen se hizo evidente, a partir de ahí se fueron fundando los primeros asentamientos carmelitas en territorios de Occidente, entre los años 1235 y 1240. En 1245, el papa Inocencio IV autorizó la fundación de nuevos conventos carmelitas, inaugurando una época de expansión en Europa y en 1286 Honorio IV aprobaba definitivamente la regla.

Los carmelitas que siguieron con las costumbres de la regla primitiva, fueron en adelante conocidos como carmelitas de la antigua observancia o, más habitualmente, carmelitas calzados. Por otra parte, éstos empezaron a impulsar la creación de los "desiertos", además de los conventos situados en zonas urbanas, tuvieron especial cuidado en promover centros en lugares apartados, donde no tenían contacto con el resto de la población y llevaban una vida ascética, de acuerdo con el espíritu inicial de la orden en Tierra Santa. En territorio español, el siglo XIX trajo una serie de infortunios que afectaron tanto a los carmelitas como a las otras órdenes existentes, lo que también se vio de forma análoga en otros territorios. La guerra de la Independencia, las inestabilidades políticas y sociales, la desamortización y, ya en el siglo XX, la guerra Civil que lo volvió a trastornar profundamente.

La obra está dedicada a la orden del Carmen donde toman protagonismo los profetas Elías y Eliseo, considerados sus precursores. La tabla central está dedicada a la Virgen María entre san Nicolás y el profeta Elías, en las laterales, santa Inés, el profeta Eliseo, san Juan Bautista y santa Catalina de Alejandría. Tiene especial interés la predela, donde se representan escenas de la primera época de los carmelitas en Tierra Santa y de la aprobación de la orden.